lunes, 24 de abril de 2017

La comunicación editorial: un recorrido histórico

Mihaela Radulescu

El diseño editorial comienza con la imprenta. No significa que antes no hubo composición, porque los signos de la escritura siempre se ubicaron en orden, en un espacio, con una disposición adecuada para su lectura y con accesorios ornamentales o de ilustración para completar el conjunto informativo ofrecido al lector. Se habla también de la impresión antes de la imprenta: las piedras-sellos para imprimir sobre arcillas, las impresiones chinas de textos sobre papel desde el siglo II, con letras e imágenes talladas en relieve en bloques de madera y tintas solubles en agua, los tipos móviles coreanos, fundidos en moldes, del siglo XIV. En Europa, los tipos móviles de metal comienzan a usarse hacia mediados del siglo XV; se imprimía sobre papel con una prensa, con  tintas diluidas en aceites.

Pero “editar” y el diseño de la edición los consideramos una vez que aparece la imprenta de Johann Gutenberg y su primer libro editado, la Biblia de Gutenberg  (con 1282 páginas) cuya preparación comenzó por  1450 y cuyos  ejemplares estuvieron listos hacia 1454 o 1455.




Los libros de Gutenberg usaban los recursos gráficos que seguimos usando hoy: diagramación, tipografía, ilustración, gráfica, carátulas funcionales que preservan el libro, además de informar sobre su contenido.



Desde entonces, gracias a la imprenta, los libros comenzaron a difundirse masivamente. Los progresos de la misma imprenta aportaron a la nueva comunicación escrita. En  el siglo XIX,  la prensa comenzó a funcionar a vapor. De la prensa de cilindro se pasó a la rotativa. Son avances tecnológicos que influyeron mucho en la industria de los periódicos. En 1863 el norteamericano William A. Bullock patentó la primera prensa de periódicos alimentada por bobina, que imprimía los periódicos en rollos en vez de hojas sueltas. 



En 1871 el impresor Richard March Hoe perfeccionó el procedimiento llegando a producir 18,000 periódicos a la hora.

Los periódicos desarrollaron una evidente preferencia por el lenguaje de la imagen, como facilitador de la comunicación, mientras que el espacio reducido obligó a una diagramación densa pero con divisiones claras de espacios de información. 




Los siglos XVII, XVIII y XIX tuvieron una sostenida producción de libros que aprovecharon la tradición de los manuscritos medievales en cuanto a composición y las oportunidades de la imprenta en cuanto a diagramación y circulación.

Novus Index Librorum prohibitorum et expurgatorum por el reverendo Antonii Zapata, Sevilla, imprenta de Francisco de Lyra, 1632. Observar el principio jerárquico en la tipografía.

1729. Sátiras de Perseo y Juvenal. Observar la integración texto- imagen.

El vínculo con los manuscritos iluminados es visible. En 1788, William Blake incluye la técnica del aguafuerte en  sus libros, a través de la  impresión iluminada. El texto se escribía en planchas de cobre con plumas y cepillos, junto con las ilustraciones. Se bañaban las placas en ácido para disolver el cobre no tratado y las páginas impresas tenían que ser re-coloreadas a mano con pinturas al agua y después en volumen. Así hizo El Libro de Thel (The Book of Thel) 1789; Las Hijas de Albión (1793); Canciones de Inocencia y Experiencia; etc.


La integración texto-imagen tiene un reforzado valor semántico, a la vez que insiste en el valor artístico del libro.



El siglo XIX fue un siglo con grandes experimentos editoriales. Ocultar un cuadro en el grueso del libro, una idea que data  1650, llega a transformarse en una tendencia. 


La Ilustración es una constante, en libros y afiches:




La libertad de expresión, desde la subjetividad del autor, ingresando el diseño editorial en el mundo de la fantasía y de la imaginación:


La literatura infantil se ha beneficiado de este enfoque.



El Movimiento de Artes y Oficios (Arts and Crafts) de Inglaterra, con William Morris y con la imprenta Kelmscott Press avanza, a finales del siglo XIX, en el territorio del ornamento semántico, para crear el marco interpretativo de los textos de los libros. Recupera la calidad editorial de la industria, infundiéndole el carácter de presencia artística.



El siglo XX explora el vínculo del arte con el diseño editorial, principalmente a través de la creatividad en la reinterpretación compositiva y los principios de la comunicación. Interviene en revistas, afiches, incluso periódicos; en carátulas de libros. Se desprende de la tradición de los siglos anteriores con el Movimiento Bauhaus: 


El movimiento De Stijl:



El Dadaísmo:





La influencia de las corrientes de la vanguardia se ha acumulado paulatinamente en la constante re-creación de los planteamientos gráficos del diseño editorial. En la postmodernidad, el diseño editorial puede optar por la estética que conviene a su identidad.


Las publicaciones periódicas pueden reinterpretar el recorrido de la comunicación, como lo hace David Carson:




La infografía ingresa en la comunicación didáctica, periodística, enciclopédica.




Los libros incrementan su comunicación a través de recursos gráficos: 



O recursos plásticos:





Los libros pueden ser interactivos, tridimensionales, provocativos:






La imagen  reinterpreta los significados culturales y crea nuevas interacciones como en los trabajos editoriales de Ana Juan.






Cerramos esta breve incursión en la historia del diseño editorial con un artículo sobre libros y editoriales, de Rodrigo Fresán, en su columna “Fuera de lugar del diario El Comercio: Domingo 03 de abril del 2016 /De bolsillo /Fuera de lugar: http://elcomercio.pe/eldominical/columna/bolsillo-noticia-1891332


Y con la presentación del arte de carátulas del español Daniel Gil, que se difundió en el mundo a través de la editorial Alianza.

http://www.quintatinta.com/2008/10/26/daniel-gil-938-cubiertas-alianza-editorial-flickr/




















lunes, 17 de abril de 2017

La ilustración: un enfoque histórico

Mihaela Radulescu


La ilustración transforma en imagen un querer decir, traduciendo las ideas, emociones y sensaciones en representaciones visuales. Es otro camino de expresión, diferente de las palabras, dichas o escritas, y como modo de exteriorizado lo encontramos desde las culturas antiguas. Los soportes son diferentes, pero el impulso es el mismo: visibilizar la memoria asentando las representaciones que serán los referentes de la vida de la comunidad, como en estos testimonios del antiguo mundo griego.


La articulación imagen – texto construye un complejo significante que desarrolla a través de los dos lenguajes la comprensión global de una realidad.

El juramento de la muerte en presencia de Osiris

En América, los códigos mayas muestran esta interacción, a la vez que usan un soporte que será parte de la tradición del libro.





La asociación del texto con una representación gráfica está presente en todas las culturas.

Bencao, texto de medicina china tradicional
Sutra del Diamante, texto budista chino impreso el 11 de mayo del año 868.
Antiguo texto hindú
HOKUSAI (1760 - 1849)

La historia de la ilustración establece una relación explicativa – colaborativa entre el texto y la imagen  en la Edad Media europea, que gozará de una amplia tradición debido a su relación con la religión cristiana. Los manuscritos medievales narrativos cuentan las historias de la Biblia como cuentan también las historias diarias de la gente y  acompañan sus textos con imágenes, que desarrollan la información del texto en un registro cognitivo- afectivo, haciendo énfasis en la representación de una visión del mundo orientada hacia la relación entre lo divino y lo sagrado. Son los así llamados manuscritos iluminados.



Las imágenes pugnan por ampliar su acción y lo hacen con recursos plásticos.




Los recursos plásticos van a intervenir permanentemente en la historia de la ilustración, poniendo de manifiesto su carácter convergente de arte y diseño. Un ejemplo edificante es el trabajo realizado por William Blake.

Ilustración para el Libro de las Revelaciones (serie realizada entre 1805 y 1810).

Las ilustraciones de William Blake de la Divina Comedia: 




La ciencia también se beneficia de la ilustración. Los florilegios y códices botánicos se desarrollan desde la antigüedad clásica hasta el fin de la Edad Media.

Copia griega del s. VI de De Materia Medica.
Libro de agronomía de Ibn al-Awwän ó Abü Zaccaria, siglo VIII.
Herbario nuouo de Castore Durante, 1585.

En este campo, aún hay un misterio por descifrar: el manuscrito o Códice Voynich, fechado en el siglo XV escrito en un idioma que nadie ha podido descifrar.



En Perú, Antonio Raimondi  publicó en 1857 su tratado  “Elementos de la Botánica aplicada a la Medicina y a la Industria” con sus ilustraciones.




Los viajes producen también libros con ilustraciones, como el libro “Los viajes de Marco Polo” (“Il Milione”), publicado originalmente en vida de Marco Polo (siglo XIII).






Los cuadernos de los viajeros llevan adelante esta tradición, haciendo de la ilustración la prueba y la descripción de lo investigado, antes del uso de la cámara fotográfica.

Los mapas incluyen ilustraciones, como la sirena del cartógrafo Sebastian Münster de 'Typus Cosmographicus Universalis' (1532-1555). 


Hasta el siglo XIX, se acostumbró ubicar criaturas en los mapas  de navegación.




Las ilustraciones con monstruos han sido una constante en la Edad Media. Hay un manuscrito  de un libro de viajes en primera persona que cuenta un viaje de más de 30 años por Tierra Santa, Asia Menor y Central, India, China, las Islas del Océano Índico, norte de África, Libia y Etiopía. El libro se llama “Los viajes de Sir John Mandeville” y aparenta dar información de todo tipo sobre los lugares recorridos. Lo impactante es la cantidad de criaturas extrañas que los habitaban.

‘Los viajes de Sir John Mandeville’, alrededor del año 1371.

El recorrido de los seres fantásticos en la ilustración es largo y llegará a complejas ilustraciones como las del libro Necronomicon de Lovecraft.



En contraste con los cuerpos imaginarios de las criaturas fantásticas, la anatomía del Renacimiento se apoya en el detalle de la ilustración de los cuerpos humanos.

Andrea Vesalius (1514 – 1564 d. C.)
Leonardo Da Vinci (1452 – 1519 d. C.).
Leonardo Da Vinci

Ampliando el campo de la ilustración a las ciencias humanas, RAMON LLULL ( n.1275) utilizaba la ilustración para sus argumentos filosóficos.




La alquimia usa la ilustración para dar credibilidad a sus pruebas y sustento a sus argumentaciones. La alquimia tiene elementos de experimentación científica a la vez que usa símbolos que han almacenado significados de distintas religiones, creencias y filosofías. Las ilustraciones reflejan este carácter.

Ouroboros, símbolo del Infinito y el tiempo cíclico del Universo.


Los símbolos de la alquimia ingresan en el Tarot.



La  ilustración puede intervenir en todos los campos del pensamiento humano, para transformar las ideas, los valores y las emociones en escenas capaces de estimular la percepción, volviéndola aguda y compleja.

Luego del Renacimiento hubo una caída en el interés por la ilustración. Mientras que en el siglo XVIII se desarrolló en nuevos campos, relacionados tanto con las ciencias como con el imaginario. Entre la Enciclopedia y los libros ilustrados del Marqués de Sade hay una gran variedad de temas que usan la ilustración para dar forma visible a sus universos.



La ilustración gráfica del siglo XIX invade las publicaciones periódicas con caricaturas y posiciones políticas. 

El Charivari 11-04-1869
Revista La Flaca, el 22 de diciembre de 1869
Caricatura francesa del siglo XIX

Los periódicos comienzan a publicar tiras cómicas: es el origen de las historietas.



Las historietas instalaron un nuevo género literario, con una tipología variada, con culturas y estéticas. Crumb: 



DC Comics

De la historieta se define un nuevo modo de construir historias a partir de la ilustración: la novela gráfica.


El Incal, de Jodorowsky y Moebius.


Frank Miller

El Oriente hace sus propias propuestas.




Actualmente, la ilustración acapara el espacio editorial, con el álbum ilustrado, cuyas raíces pueden encontrarse en el siglo 19, en el book del libro ilustrado infantil y para adultos.

1877. MONSIEUR NOSTRADAMUS.

El siglo XIX conoce un proceso constante de ilustración de grandes libros, como los libros ilustrados por Gustave Doré.

Don Quijote, ilustrado por G. Doré.

La tradición continúa en el siglo XX. Entre los ilustradores de las grandes obras de la literatura está Salvador Dalí.


Dalí, La Divina Comedia:





La relación del texto con la imagen deja de ser determinista y se convierte en un diálogo, irónico y tragicómico, como en las obras de Edward Gorey.




La ilustración en el álbum ilustrado del siglo XX lleva adelante la narración, el proceso de representación o significación; el texto puede acompañarla o no.

La Bella y la Bestia, ilustraciones de Nicole Claveloux.



La creatividad de la ilustración como fuente de significados no se limita a la literatura; implica las artes escénicas, el arte cinematográfico, la música.